Samhain, la noche de las brujas

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Samhain es uno de los mayores Sabbats del calendario de las brujas que en el hemisferio norte se celebra en la noche del 31 octubre. Samhain es la tercera y última de las tres cosechas otoñales. El verano y la luz del sol se desvanece dando paso a la oscuridad del invierno, es entonces cuando se celebra la “Fiesta de los Muertos, o el día de Todos los Santos”.

¿Qué es el Samhain?

Es el Año Nuevo de las brujas, mas comúnmente conocido como Halloween o Víspera de Todos los Santos. Marca el cambio de las estaciones una vez más. Samhain es el tiempo en que el velo entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos es más delgada, pudiendo “ver” mas fácilmente no solo los reinos de los espíritus sino también el de las hadas. Los tres días que rodean el Samhain son los momentos más potentes del año para la adivinación.

En la antigüedad se creía que este era el momento perfecto para que nuestros fallecidos regresaran a visitarnos o bien para darnos ayuda y consejo. Samhain es el festival pagano más popular en el calendario celta, tradicionalmente considerado como el «Año Nuevo Celta». También es una noche para la adivinación, para asistir a sesiones de espiritismo, lectura del tarot y la adivinación con espejos.

Costumbres en el Samhain

Este fue el comienzo de lo que mas tarde se convertiría en la popular costumbre de colocar luces o velas en las calabazas para que el viento no las apagara, siendo a utilizadas para decorar los hogares y para asustar a las almas maliciosas que pueden haber perdido su camino. Otra antigua costumbre era dejar ofrendas de alimentos en las puertas de las casas, una invitación de bienvenida a los espíritus de los familiares, ancestros, amigos, mascotas y otros seres queridos para que pudieran cruzar el umbral de su casa y así nos volvieran a visitar de nuevo otro año más.

En Escocia por ejemplo, un niño nacido en la noche de Samhain se considera dotado de un «An Da Shealladh (los dos lugares)”, que es más conocido hoy en día como «segunda vista» o con capacidad de clarividencia. En el Samhain sin embargo, era común para muchas personas practicar el arte de la adivinación, las mujeres, en particular, tratando de identificar futuros maridos, y determinar si el matrimonio tendría éxito o seria un fracaso. Las velas también juegan un papel importante en esta celebración y a menudo se utilizan para decorar el hogar creando el ambiente adecuado para la ocasión.

En tiempos más recientes, se ha relacionado a Samhain con el mal y a menudo es descrita cuando las fuerzas malignas se combinan para crearnos todo tipo de daño funesto. Nada mas lejos de la realidad, porque si bien puede ser posible que las fuerzas negativas también puedan cruzar la brecha en esta noche hay otras energías que “trabajan” de forma muy positiva y lejos de todo tipo de especulación, lo que hay que tener en cuenta es que es una fiesta que conmemora la vida y la muerte reconociendo la necesidad de existir en armonía con el pasado, presente y futuro.

Colores para Samhain

En la víspera de todos los santos es tradición también utilizar los colores asociados al otoño: Bronce, rojo, amarillo, marrón tierra y el gris-verde musgo.

Incienso, hierbas y maderas

Un incienso ideal es el Copal, Mirra, y el Clavo que también se suma al ambiente. Las hierbas para este Sabbat deben incluir ajenjo y artemisa.

Contacto con los Muertos

La mayoría de las personas considera que contactar con los muertos es una propuesta arriesgada. El contacto debe realizarse solamente cuando es absolutamente necesario. En primer lugar los contactos con nuestros fallecidos debe ser realizado solamente por profesionales, pudiendo llegar a ser perjudicial para tu psique, porque mientras algunos espíritus se implican en nuestro mundo como guías y mentores otros permanecen conectados de forma más negativa y agresiva en este plano.

Por otra parte, algo que debemos tener siempre presente es que los espíritus necesitan ser libres para poder desprenderse de este plano para seguir adelante en su transición hacia la luz. Es arriesgado e incluso en algunos casos puede llegar a resultar grosero molestarlos muy a menudo solamente para culminar nuestros deseos de apego más terrenales. Hay que tener en cuenta que hay espíritus que no quieren ser molestados, por lo tanto no se debe nunca insistir.