
La brujería no se debe tomar como un juego o un pasatiempo. La brujería es una forma de vida en la que se debe por encima de todo respetar otras formas de vida. Del mismo modo que existen distintos tipos de magia, las principales: Blanca, roja, verde y negra, también existen distintos tipos de brujería, pero los más conocidos son: La brujería que se utiliza para ayudar a los demás seres y la que se utiliza para destruir. Aquí ya entra en acción la conciencia, la ética y la moral de cada persona.
Lo primero que se debe tener en cuenta es que tener cualidades psíquicas te hace bruja. Para que las maldiciones sean efectivas hay que saber trabajar la brujería, tener conocimientos teóricos y prácticos además es fundamental practicar durante algunos años porque esto dará la experiencia correcta. Pero por encima de todo el requisito imprescindible es haber nacido bruja, es decir como se suele denominar en el argot coloquial tener el don de bruja. Algo que la gente no sabe es que las brujas auténticas son aquellas que lo han sido en otra vida anterior y estas son las únicas que realmente si reúnen todos los requisitos anteriores pueden enviar maldiciones efectivas de un cien por cien.
Pero si se lanza una maldición y no se hace correctamente esta volverá a la persona que la envío con más fuerza y si no recae sobre la misma persona que la envío, ira directamente hacia quien más se quiere ya sea este un familiar, amigo o incluso una mascota.
Hay una ley universal o código entre brujos que no puede ser alterada
Cuando una maldición es lanzada por una verdadera bruja nadie puede revertir ese trabajo, excepto por la voluntad de la propia bruja. Pero aquellas personas que se autodefinen como brujas pero que no han nacido con el don no podrán eliminar la maldición. Hay personas que acuden a santeros, sacerdotes Houngan o Babalawo con la esperanza de poder eliminar todo aquello que haya podido ser enviado, pero desconocen que entre brujos siempre se respeta la ley universal de no acceso al trabajo de otro brujo y entre ellos hay un código de no interferir. Por lo tanto, la maldición seguirá adelante.
¿Las maldiciones se pueden eliminar?
Sí, las maldiciones se pueden eliminar, pero en la auténtica brujería nunca se revelan los secretos de los conjuros o rituales o incluso las palabras secretas que ayudan a todo el proceso de la eliminación. Por eso la verdadera brujería no se encuentra en libros comerciales y mucho menos en redes sociales o en Google. Y de ahí se le conoce a la brujería como la puerta al mundo oculto.
Además, de tener en cuenta los aspectos anteriores también se debe tener en cuenta que nunca, jamás se debe enviar una maldición a un ser inocente y mucho menos por rencor, envidia, malicia, odio, etc.
Haz siempre tus fotos llevando un protector
Sin embargo, y a pesar de todo es importante siempre estar protegido cuando presentes tus fotos públicamente. Por eso muchas personas ya llevan tatuado el suyo. Pero hay que cuidar especialmente a los niños de exponer sus fotos públicamente al menos hasta que hayan pasado la adolescencia.
En la cultura filipina la forma de maldecir más usual que hay es acudir a los mangkukulam, es decir, algo así como un chamán. Y la forma más usual de trabajar las maldiciones es entregar casi siempre fotos en las que se presenta el núcleo familiar pasando así de padres a hijos y de una generación a otra, creándose así las maldiciones generacionales.
Es por este motivo que se aconseja siempre deshacerse de las fotos triturándolas o cortándolas antes que exponerlas públicamente o regalarlas a quien no se confía plenamente.
Consejos de bruja:
- No se debe tener miedo de aquellas personas que no tienen el don de la brujería.
- Se debe tener en cuenta que para dañar a través de la brujería hay que tener unos conocimientos muy altos a todos los niveles y no cualquiera llega a ese nivel necesario. Así como que para hacer el bien como para hacer el mal a través de la brujería es necesario ser algo más que un iniciado en el mundo oculto.
- La mala suerte no es en sí misma una señal de que puedas estar bajo una maldición, o que sufres tú y tu familia una maldición generacional. Por lo tanto, no vivas tu vida constantemente preocupado/a pensando que todo cuanto te ocurre a ti y tu familia es una maldición, porque en un 85% nunca es así, otro 10% influye el destino en una etapa concreta de tu vida y el restante 5% hay gran posibilidad de que te estés autosaboteando con o sin ayuda externa.
- Intenta ser positivo y disfruta tu vida día a día. En caso de que te ocurran cosas “extrañas” a las cuales no encuentres explicación puedes siempre acudir a alguien de tu confianza que te guíe o te aconseje, pero siempre debe prevalecer tu lógica y tu objetividad.
- Recuerda: Trabaja siempre con el universo, nunca contra él.