Lapislázuli, la piedra de los Dioses

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El nombre Lapislázuli proviene de una variedad de palabras que significa «azul» o «el cielo». Derivado del latín «lazulum», derivado del árabe «lāzaward», y el persa «lazhward» constituyen la parte Lazuli. La primera parte del nombre, Lapis, es de origen latino que significa simplemente «piedra». El nombre de esta piedra deriva de su semejanza a los cielos, por su color brillante azul oscuro que suele estar manchado o veteado con pequeñas incrustaciones de oro y en ocasiones estas incrustaciones son de calcita y otros minerales.

Cuando el lapislázuli fue introducido por primera vez en Europa, fue llamado ultramarinum, lo que significa más allá del mar. Fue el pigmento con que los pintores y artistas medievales solían pintar sus obras hasta el siglo XIX, lo que significa que ciertas tonalidades de azules que se pueden observar en las pinturas del Renacimiento son gracias al azul de lapislázuli, la misma piedra azul amada por los antiguos de Mesopotamia, Egipto, Persia, Grecia y Roma. La fuente más importante de la que se dispone hoy en día por su excelente calidad esta ubicada en una antigua mina situada en las montañas de Hindú Kush en Afganistán.

Se considera una de las minas más antiguas del mundo. La extracción del lapislázuli en esta mina se remonta originalmente a 4000 años a.C. y hoy en día todavía está en uso. La historia describe que existió un activo comercio del lapislázuli en la antigua ciudad de Ur, situada en el río Éufrates. En Ur, los reyes eran conocidos por afilar sus espadas en estas piedras, con la creencia de que estas se convertían en invulnerables. La piedra también fue utilizada por los asirios y los persas para crear sellos reales.

Los sumerios creían que el Lapislázuli contenía los espíritus de los dioses y en el antiguo Egipto se utilizaba a menudo como una piedra de inscripción para los diversos pasajes de «El Libro de los Muertos» en el que 140 capítulos se plasma con lapislázuli la forma de un ojo siendo posteriormente un amuleto de gran poder. También los egipcios consideraban el lapislázuli como la piedra de los dioses, porque como se muestra en el Papiro Ebers (uno de los más antiguos tratados médicos), tenía propiedades medicinales que mejoraban la visión cuando se usaba alrededor de sus ojos, como sombra o delineador de ojos, además de ser un gran protector contra los malos espíritus.

Propiedades metafísicas del Lapislázuli

El lapislázuli se utiliza para mejorar el conocimiento, la inteligencia y el intelecto. Aporta conocimientos ancestrales y sabiduría hacia su portador, así como la paz, objetividad y la auto aceptación. Su conexión con Júpiter aumenta las cualidades de inteligencia, sabiduría y liderazgo. La piedra funciona como un escudo contra los ataques psíquicos. Se utiliza para aliviar el insomnio y liberar el estrés, atrayendo a tu alma una profunda paz. Su potencia ayuda a alinear los cuerpos etericos, emocional y espiritual, mejorando así la expresión de los sentimientos y emociones.[lightbox full=»https://www.tarotvidenciaelisedefer.com/wp-content/uploads/2013/05/Propiedades-metafisicas-del-Lapislazuli.jpg»]

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Sus propiedades curativasEl chacra del entrecejo, también llamado el tercer ojo, es el centro de nuestra percepción y mando. Nuestra conciencia se encuentra aquí, y nos relacionamos con nosotros mismos a través de este chacra. En la meditación, el Lapislázuli abre el chacra del entrecejo: conecta y guía a tu yo superior, potencia la intuición, organiza y tranquiliza la mente. Abre la garganta/el chacra tiroideo potenciando la libre expresión, la escritura y la creatividad. Es un poderoso amplificador del pensamiento que se utiliza para abrir el chacra del entrecejo (el tercer ojo) aumentando las habilidades psíquicas y la visión interior.

El lapislázuli no solo promueve el entendimiento claro y la intuición, sino que ayuda a equilibrar la función de la glándula tiroides, además de fortalecer el cuello y las cuerdas vocales. Calma la inflamación del cuello y es muy útil para los dolores de cabeza y para aliviar los problemas visuales.

Es beneficioso para el sistema respiratorio, el esófago, los pulmones y los órganos de limpieza (riñones e hígado). Es una buena piedra para la purificación de la sangre y para estimular el sistema inmunológico, así como el sistema nervioso. Es excelente para aumentar la memoria. Ayuda a regular el sistema endocrino y a acelerar la curación en problemas con los oídos. Mejora el ritmo cardíaco y la circulación. Reduce el vértigo, y la presión arterial. Es un buen aliado en la lucha contra el insomnio.

Propiedades místicas del lapislázuli

Esta piedra se asocia al Ojo de Isis o a la Diosa Maat, (el ojo que todo lo ve). Fue creado para vigilar a los muertos en su viaje final, y se colocaba en los sarcófagos de las momias. El lapislázuli era sagrado para la diosa sumeria del amor y de la guerra, Ishtar, quien se decía que había llevado un collar hecho de la misma.

Es una de las piedras favoritas de los egipcios. Siendo también una piedra sagrada para la Diosa Nuit y Maat, la diosa de la verdad y el equilibrio. Los jueces en el Antiguo Egipto tenían que llevar pequeños colgantes de lapislázuli representando a Maat en cadenas de oro, como un signo de la responsabilidad de su cargo. Si deseas hacer un llamamiento a una de estas Diosas, debes colocar una pieza de lapislázuli como ofrenda en su altar.

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El Dios egipcio del sol Ra también fue descrito como un Dios con el pelo del color del lapislázuli, este era un símbolo de los cielos.

El sarcófago de oro del rey Tutankamón era rico en incrustaciones de lapislázuli, al igual que otros adornos funerarios de los reyes y las reinas de Egipto. Se utiliza ampliamente en escarabajos, colgantes y otras joyas. Esta piedra es recomendada por los budistas para traer la paz interior y eliminar el pensamiento negativo. Durante el Renacimiento, Catalina la Grande adornaba toda su habitación en su palacio con paredes de lapislázuli, chimeneas, puertas y marcos, así como espejos.

El lapislázuli es una piedra excelente para ejecutivos, periodistas y psicólogos, estimulando la sabiduría y el buen juicio en el mundo práctico. Facilita el análisis intelectual de arqueólogos e historiadores, proporciona soluciones y nuevas ideas a inventores y escritores.

Llamada la piedra de la verdad, alienta a la honestidad del espíritu y de la palabra hablada y escrita. Se puede llevar a todas las formas de comunicación profunda. Es una piedra que atrae la amistad y armonía en las relaciones. Es perfecta para fomentar las comunicaciones tranquilas y amorosas, para aquellos hogares con adolescentes temperamentales, o bien con niños con síndrome de Asperger, autismo o trastorno por déficit de atención.

Lapislázuli es una piedra vidente, llevando información a la mente en imágenes en lugar de palabras. Es un catalizador para una mayor conciencia, y lleva la frecuencia adecuada a aquellos que han tenido conexiones de vidas pasadas con civilizaciones antiguas como la Atlántida, Egipto, Perú, Sumeria e India, entre otros. Meditar con esta piedra te puede ayudar en la recuperación de recuerdos de aquellas vidas pasadas, de la misma forma ayuda a recuperar el conocimiento perdido de esas civilizaciones, inspirándote a la evolución en la encarnación actual.